lunes, 30 de mayo de 2011

UN, DOS, TRES Y FUERA: O CUANDO EL TUYERO SE ELECTRIFICÓ

De Cantaura y Guatire para toda Venezuela


Por Germain Coronado (Toberías)

En Venezuela confluye una serie de manifestaciones culturales y musicales producto de la sabida mezcla de razas y también por su privilegiada ubicación geográfica donde siempre ha llegado toda la información sonora del mundo lo que les da a nuestros músicos una amplitud y versatilidad única. Así es la música de Un Dos, Tres y Fuera con la particularidad de ser muy adelantada a su tiempo. La semilla la sembrarían los Hermanos Eudis y Néstor Blanco, nativos de Tucupita Estado Delta Amacuro, pero criados en Cantaura del Estado Anzoátegui donde se hacen alumnos y pupilos de un profesor italiano llamado Leonardo Vitalli quien los dirige en su primer proyecto musical donde ejecutaban la música venezolana de raíz tradicional, la popular, la italiana y hasta el rock y pop de la época, estamos hablando de finales de la década de los sesenta. Ese proyecto se llamaría “Los Pentapop de Vitalli”. Con ganas de extender el alcance de su música se mudan a Caucagua Estado Miranda. Allí duraron solo tres días, un 13 de Enero de 1971 reciben la invitación para mudarse ahora a la población de Guatire Estado Miranda allí se colocan de nombre grupal “La séptima esencia” dado el número de integrantes para el momento. Esta alineación duraría poco tiempo mientras que los hermanos Eudis y Néstor ya se venían impregnando de la música tradicional por excelencia en Guatire y Guarenas-el joropo central-aprendiendo cada vez más asistiendo a bailes y templetes joroperos como observadores.

Al disolverse la séptima esencia, se ponen en contacto Carlos Jugo. Este tecladista venía desarrollando la idea de adaptar al teclado la ejecución del arpa. Estaban entonces Eudis Blanco en el bajo, Néstor Blanco en la batería y voz y Carlos Jugo en el teclado y voz. Se cambian al nombre de “UN, DOS, TRES Y FUERA por sugerencia de un amigo por el número de integrantes de entonces y para salir de un percance con el anterior nombre que poseía el proyecto. Lo que hace interesante a esta agrupación es la adaptación que hacen, en principio como trio, de los instrumentos si se quiere del rock y pop para interpretar música tradicional y popular venezolana. Se aprecia en su aporte musical a Nestor en la batería que emula las maracas con el hi-hat, e incorpora repiques muy particulares tomados de sus influencias del Jazz y rock al sincopado ritmo del joropo central, Eudis desarrolla una técnica de acompañamiento en el bajo con una particular riqueza melódica en fragmentos de cada canción y una especie de “trancao” en registros agudos de su instrumento que interpreta, a su forma, lo que ejecutan los cultores del arpa central en las cuerdas llamadas bordones y Carlos Jugo interpreta el teclado como si se tratase del arpa más típica del joropo central usando un timbre muy parecido al instrumento llamado clavecín de donde se sostiene es la inspiración de nuestra arpa mirandina o tuyera como también se conoce, con aportes musicales tanto armónicos como melódicos  pero sin anular la esencia del género en lo que lo convierte en un pionero en esta adaptación. El trío decide crecer y buscar integrar nuevamente el saxofón, la percusión y un nuevo cantante. Estaría Elías Barreto nuevamente en el Saxo y en la voz  Edgar Lara que identifica los primeros éxitos de la agrupación a nivel discográfico como los temas  “Desilusión”, “El totumo de Guarenas”y “Aquella noche”, por nombrar algunos, en la versión joropo central del grupo, además se encargaría de las congas en los temas que lo ameritaba y quien en una segunda etapa del grupo sería sustituido por Antonio Armas. El tecladista Carlos Jugo no acompaño al grupo hasta el final de la primera etapa pues fue sustituido por el no menos reconocido músico y productor, Williams Sigismondi quien se encargaría de los teclados hasta la década de los 80 cuando el grupo cesa sus presentaciones. En su haber tienen múltiples premios y reconocimientos, (8) discos en total con el sello Discomoda grabados entre 1975 y 1985. La producción discográfica más reciente cuenta en su alineación con nuevos músicos que traen al grupo nuevamente a las tarimas después de 21 años de ausencia, ellos son. Víctor Morles en los teclados, Roy Herrera en el Saxo, Mauricio Milano en la percusión, Eudis Blanco en el bajo y Nestor Blanco en la batería, de los fundadores del grupo, y Antonio Armas se mantiene en la voz interpretando tanto sus éxitos con el grupo como los que grabó Edgar Lara quien dejo este mundo hace 3 años pero dejo grabada su voz en este disco. Así que “nuevamente Un dos tres y fuera llego con el joropo” como el título de esta nueva obra musical que deja sentado un precedente vanguardista en la música popular venezolana de raíz tradicional desde los años setenta hasta la actualidad.